En España los alimentos light se implantaron en la década de los 80. En estos años comenzó a emplearse la sacarina como edulcorante en lugar del azúcar en alimentos dirigidos a personas diabéticas o que querían bajar de peso. Los primeros alimentos light fueron bebidas refrescantes sin azúcar, que llevaban su propio nombre, pues no versionaban al refresco de referencia aunque fuera de la misma compañía. Éste es el caso de la bebida Tab, de la factoría de Coca-cola, que fue rápidamente sustituida por la Coca-cola diet, que luego pasó a llamarse light.
Durante esta década la ciudadanía comenzó a tomar conciencia de la relación entre salud y alimentación, sobre todo en lo relativo a la obesidad. En consecuencia, los alimentos light empezaron a tener un auge imparable. Se publicitaban y vendían como alimentos a los que se les habían eliminado nutrientes, cuyo aporte excesivo podía tener efectos perjudiciales para la salud de los consumidores.
Toda una generación de nuevos alimentos cuyo contenido en grasas y azúcares había sido modificado comenzó a hacerse presente en el mercado. Hoy en día estos alimentos reciben diversas denominaciones: "light", aligerados, ligeros, "bajos en grasa", "bajos en azúcar", sin azúcar o "bajos en calorías".